Nicoleta tiene que usar anteojos, y si al principio es una preocupación, el cuento introduce una variante magistral: el tío Fredy entra en escena y le regala a la niña protagonista, un bichito de San Antonio. Gracias a sus anteojos, Nicoleta puede ayudar al tío a describir a este pequeño animal.
Los miedos, los prejuicios, las primeras percepciones de uno mismo frente al otro surgen en torno al uso de un objeto como los lentes, que al principio, la protagonista considera extraños, pero luego, re-significa por reconocer la maravillosa posibilidad de ver más y mejor.
Autora: Ema Wolf.
Ilustradora: Elena Torres.