Este libro responde al desafío de pensar la alimentación como un problema de salud
individual y de sostenibilidad global. Reconoce a la educación como una estrategia para
enseñar a los niños y jóvenes a orientar sus consumos, producir alimentos y reclamar
por ellos. Se propone acompañar a los maestros en su tarea de difundir buenas
prácticas alimentarias y educar a sus alumnos como sujetos activos, capaces de realizar
elecciones personales y, a la vez, de pensar socialmente en los alcances y limitaciones
de la producción y distribución de alimentos en el país y en el mundo.
Con la finalidad de captar los lugares, las perspectivas y las formas en que circula
el conocimiento sobre alimentación, el libro intenta responder a un conjunto de
interrogantes. Entre ellos: ¿cuándo y cómo emergió la alimentación y la educación
alimentaria como problema público y entró en la agenda de la política? ¿Quiénes
motorizaron ese proceso?, ¿cuándo y cómo llegó a la escuela primaria? ¿En qué
perspectivas y saberes se sustentó? ¿Quiénes lo enseñaron?, ¿de qué modo? ¿Quiénes
fueron los destinatarios? ¿Qué se intentó que aprendieran?, ¿por qué?
Coordinadora: Ángela Aisenstein
Autores: S. Aletti . C. Almada . M. Bachetti, K. Fins,
M. L. Gómez Bidondo y S. Paoloni